Tras el anuncio oficial de la KEDO de suspender por un año las obras de construcción de los dos reactores nucleares de agua ligera, la administración de Seúl comenzó a tomar las medidas posteriores respectivas.

Con la decisión de la KEDO, todas las tareas del proyecto en sí, como el diseño, la construcción y otras, se interrumpen por completo. Por ello, tras una estrecha deliberación con los países del Consejo Ejecutivo, se tomarán las medidas de conclusión de las obras cuidadosamente.

Por razones de seguridad, los 359 trabajadores abandonarán la zona de Kumho mientras que la mano de obra mínima para la conservación y mantenimiento del sitio será definida evaluando la respuesta de los países de la KEDO al igual que Corea del Norte.

Además, sobre la prohibición de salida de los equipos tomada por Corea del Norte el pasado día 6, Seúl planea negociar y convencer a Pyongyang para evitar enfrentamientos.