Hay quienes plantean que, en caso de que Pyongyang realice el próximo año un cuarto ensayo nuclear, Seúl y Washington podrían comenzar a negociar el despliegue del sistema antimisiles THAAD en la península coreana.
El investigador del Instituto Surcoreano para Análisis de Defensa (KIDA) hizo tal declaración el día 12 en el Foro de Políticas de Defensa, y puntualizó que quizá en 2016, Corea del Sur, EEUU y Japón podrían comenzar una ronda consultiva de medidas ante posibles amenazas de Corea del Norte.
Agregó que tampoco descartan la posibilidad de que Japón y EEUU adopten un protocolo militar de respuesta ante provocaciones norcoreanas, y luego debatir con Corea del Sur la posibilidad de adherirse a esta iniciativa.
Otros expertos de dicho centro apoyaron el comentario, al recalcar que hay altas posibilidades de que el régimen de Kim Jong Un realice un nuevo ensayo nuclear, pues las últimas imágenes satelitales muestran actividad en los túneles de la base de pruebas nucleares de Punggye-ri. De ser así, Seúl y Washington podrían valorar la implementación del THAAD en territorio coreano.