Corea del Norte ha destacado el reencuentro de las familias separadas como un importante hito hacia una mejora de las relaciones intercoreanas. 

El régimen comunista afirma en su semanario para el mundo exterior, Tongil Shinbo, que la primera fase de la reunión de parientes se desarrolló según el acuerdo alcanzado entre las dos Coreas. Ha recalcado que es firme su determinación de cumplir con lo pactado el pasado 25 de agosto por las autoridades de Seúl y Pyongyang, y de abrir una nueva página en la historia de las relaciones bilaterales. 

Por otro lado, en el marco del reencuentro familiar, el excesivo control de Corea del Norte sobre los portátiles de los periodistas surcoreanos -que visitaron el monte Geumgang para cubrir el evento-sigue generando feroz controversia. 

El grupo de prensa de Corea del Sur que acompaña a los participantes de la reunión de familias separadas, decidió el miércoles 21 no llevar sus ordenadores privados a la segunda ronda del reencuentro, que comienza el día 24, para evitar fricciones con las autoridades norcoreanas. A cambio, usarán unos portátiles vacíos que facilitará la firma Hyundai Asan.

El día 20, antes de comenzar la primera fase del reencuentro, los agentes de Corea del Norte procedieron a inspeccionar los portátiles de los periodistas surcoreanos, verificando el contenido de todos y cada uno de los archivos almacenados.