Cinco de los ocho historiadores que participaron en el establecimiento de criterios de redacción de textos de Historia Coreana para secundaria y bachillerato, expresaron su rechazo a que esos libros sean redactados y editados por el Gobierno.
Dichos historiadores puntualizaron que les preocupa profundamente la posibilidad de que el Estado vuelva a ser autor de textos escolares de Historia. Agregaron que, si eso ocurre realmente, los criterios de redacción quedarán inservibles.
Enfatizaron que al ser redactados por el Gobierno, dichos libros pueden no reflejar, debidamente, las teorías establecidas por académicos e historiadores, y que serán enormes los perjuicios contra la enseñanza histórica.