Pyongyang ha amenazado incluso con iniciar una guerra frontal, endureciendo aún más la postura manifestada en la declaración hecha por su líder Kim Jong Un, el cual afirmó que su país estaba en "casi estado de guerra".
El Ministerio de Exteriores norcoreano publicó la noche del viernes 21 un comunicado en el que advirtió que su país considera incluso una guerra frontal, más allá de realizar contraataques o de tomar represalias, a fin de defender los sistemas elegidos por sus tropas y sus ciudadanos.
Reiteró que este caso de disparos en la frontera no es más que un teatro montado por las propias autoridades de Corea del Sur.
Corea del Norte sostuvo que los altavoces y todos los centros del Ejército surcoreano para las emisiones de propaganda están dentro del alcance de sus cañones y misiles, y que sus soldados están a la espera de la orden final de ataque.
Mientras tanto, la Representación de Corea del Norte ante las Naciones Unidas ofreció una rueda de prensa con carácter de urgencia. En ella, el vice embajador norcoreano ante la ONU, An Myong Hun, amenazó con que si el Sur no detiene la emisión de mensajes propagandísticos a través de los altavoces en la hora fijada como plazo, su país tomará fuertes acciones militares.