Ocho países de la Cuenca del Pacífico, entre ellos, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, han acordado cooperar en la interrupción del ingreso de productos militares a Norcorea a través de un tercer país.
Funcionarios de los ocho países se reunieron en Tokio y han coincidido en establecer un sistema para compartir recíprocamente las informaciones sobre aquellos barcos sospechosos de transportar materiales que a su vez podrían ser destinados a la fabricación de armas de destrucción masiva. Los datos serían utilizados para investigar los embarques que se destinarían a Corea del Norte vía un tercer país.