Corea del Norte ha amenazado con tomar represalias contra el ejercicio militar conjunto de las fuerzas surcoreanas y estadounidenses Ulchi Freedom Guardian, al alegar que estas maniobras constituyen una declaración de guerra contra su país. 

El régimen de Pyongyang afirma en un comunicado, publicado en nombre del Comité para la Reunificación Pacífica de la Patria, que efectuar un entrenamiento militar de esa índole en la península coreana -región en la que cualquier choque armado puede generar un conflicto bélico- no es otra cosa que declarar la guerra. 

Corea del Norte ha advertido de que tanto los efectivos que integran las maniobras como los artífices de esa provocación en la Casa Blanca y en la Casa Azul surcoreana, deben ser conscientes de estar bajo el blanco de las armas de alta precisión y tecnología punta del ejército norcoreano. 

Sin embargo, sobre las minas que explotaron en la Zona Desmilitarizada, Pyongyang sigue manteniendo silencio.