Después de que el Gobierno de Seúl repatriara el martes 14 solo a dos de los cinco tripulantes del barco pesquero norcoreano rescatado en aguas surcoreanos, pues el resto expresó su voluntad de permanecer en el Sur, sus familiares en el Norte ofrecieron una prensa, donde calificaron su deserción como "intrigante".
La Agencia Central de Noticias de Corea del Norte divulgó que varios parientes y familiares de los pescadores que decidieron permanecer en el Sur, afirmaron no poder aceptar que alguien de su misma sangre traicione al régimen de Kim Jong Un, al tiempo de condenar a las autoridades surcoreanas por no autorizar un contacto directo con ellos y romper la felicidad de los hogares.
Asimismo, y según informan en base a los testimonios de los dos tripulantes repatriados, las autoridades sureñas hicieron permanecer a los norcoreanos en espacios separados y les manipularon para quedarse en Corea del Sur, pese a que ellos deseaban regresar a su país lo antes posible.