Se ha dado a conocer que los obreros norcoreanos de algunas de las fábricas surcoreanas ubicadas en el Complejo Industrial de Gaesong, se niegan a trabajar horas extras o sabotean las actividades de producción, como  expresión de su descontento por el prolongado conflicto intercoreano sobre el salario de los trabajadores del parque fabril. 
Una fuente de la administración de Seúl ha confirmado que en muchas de las fábricas allí instaladas, los obreros norcoreanos amenazan con no concluir sus tareas o ir a la huelga; amenaza que ya se está materializando en algunas de ellas. 
Actualmente, y mientras las negociaciones intercoreanas sobre la subida salarial decidida unilateralmente por Pyongyang continúan pendientes, muchas empresas son presionadas por autoridades norcoreanas para asumir el aumento salarial, o bien, a prometer por escrito que la asumirán en un plazo concreto.