El comité norcoreano para la puesta en marcha de la Declaración Conjunta del 15 de Junio, ha afirmado que el ataque al embajador estadounidense Mark Lippert es una manifestación del sentimiento popular contra los entrenamientos militares conjuntos de Corea del Sur y Estados Unidos, y ha manifestado que los diferentes sectores de la sociedad surcoreana deben iniciar movimientos para oponerse a esas maniobras.
El comité exhortó así a desplegar una lucha más intensa en contra de las pretensiones que tienen las autoridades, tanto del Gobierno surcoreano, como de Washington, para provocar una guerra nuclear.
Agregó que si estalla un enfrentamiento armado en la península coreana, Corea del Norte peleará contra Estados Unidos para lograr la reunificación nacional, amenazando con que el país norteamericano -a la larga- se desmoronará.