Corea del Norte ha vuelto a lanzar críticas duras contra Corea del Sur, rompiendo la breve tregua tras el discurso de Kim Jong Un con motivo de Año Nuevo.

El diario oficial del régimen comunista, Rodong, dedicó una página entera a criticar los sectores político-sociales surcoreanos, aludiendo en concreto a un coloquio sobre Corea del Norte organizado por un grupo cívico surcoreano; que según algunos conservadores elogiaba al líder norcoreano y su régimen. 

La gaceta estatal norcoreana matizaba que si el Gobierno de Seúl desea realmente mejorar su relación con Pyongyang, debería dejar de oprimir y perseguir a los activistas que trabajen en aras de la reunificación nacional. Asimismo, condenó la ineficiencia de las políticas gubernamentales surcoreanas, en referencia a las principales tragedias de Corea del Sur el año pasado, incluido el hundimiento del ferry Sewol.

Expertos en temas norcoreanos interpretan la agresión verbal de Pyongyang como una expresión de descontento, ante la indiferencia de Seúl a su solicitud de cancelar las maniobras militares coreano-estadounidenses, y el lanzamiento de panfletos al Norte por ONGs surcoreanas.