Corea del Norte ha oficializado su rechazo a celebrar una reunión intercoreana de alto nivel, como crítica al envío de folletos propagandísticos contra su régimen. 
El Comité para la Reunificación Pacífica de la Patria, organismo de Pyongyang encargado de las políticas hacia Corea del Sur, afirmó su posición ocifial mediante un comunicado emitido el sábado 1, donde resalta que no habrá diálogo entre las dos Coreas a menos que el Sur deje de lanzar globos con panfletos en contra del régimen. 
Asimismo, amenazó con castigar a todos aquellos que participen en el envío de panfletos, y culpó a la presidenta Park Geun Hye, aludiendo directamente a su nombre como autor intelectual. 
En respuesta, el Gobierno ha reaccionado tajantemente y Seúl organizó el domingo 2 una rueda de prensa al respecto, para criticar la decisión norcoreana de negarse a dialogar con el Sur, tomando como pretexto el lanzamiento de panfletos, y distorsionando la realidad, al acusar al Gobierno surcoreano de ser el autor de dicha acción. 
Seúl afirmó que la celebración del encuentro intercoreano depende de la actitud del Norte y de la retirada de requisitos previos indebidos.