Corea del Norte ha amenazado con nuevas agresiones físicas, si las organizaciones civiles surcoreanas continúan arrojando folletos de contenido político y propagandístico en la frontera intercoreana. No obstante, ha dejado abierta la posibilidad de celebrar un diálogo entre las dos Coreas, al afirmar que sigue vigente el acuerdo sobre la segunda reunión de alto nivel.
Las autoridades de Pyongyang expresaron esta postura en un comunicado publicado el lunes 13, donde advierten que de continuar la distribución de panfletos, tanto su ejército como su población realizarán ataques físicos más fuertes que los disparos efectuados el día 10. Así, admiten por primera vez haber adoptado medidas militares en dicha fecha, así como la autoría de los disparos realizados por sus tropas en la frontera intercoreana, contra los globos lanzados por ONGs surcoreanas con folletos propagandísticos.
Sin embargo, al mismo tiempo recalcan el ambiente favorable al diálogo creado durante el encuentro mantenido entre altos funcionarios de Seúl y Pyongyang el pasado 4 de octubre, para enfatizar la importancia de no dejar pasar esa ocasión para mejorar las relaciones intercoreanas.