Un millar de maestros de historia coreana de 780 escuelas de todo Corea del Sur emitieron el 2 de octubre una declaración, en la que dieron a conocer su oposición a la iniciativa del Gobierno de adoptar un libro de texto de historia común.
En dicha declaración, los docentes precisaron que un texto de historia común les impedirá impartir clases de contenidos creativos, al tiempo de manifestar sus inquietudes acerca de posible distorsión de la historia nacional con relación a los actos de traición a la patria durante el período de ocupación japonesa y la dictadura militar.
En ese sentido, los maestros manifestaron que recurrirán a todos los medios posibles para evitar la adopción de un texto de historia común, incluyendo la presentación de una demanda de inconstitucionalidad.