El papa Francisco ofició el 15 de agosto la misa de Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, en la ciudad de Daejeon.
A través de su homilía, el sumo pontífice manifestó que, para lograr una verdadera libertad, los cristianos deben combatir la eterna competencia y el encanto del materialismo. Asimismo, deseó que la gente rechace los modelos económicos inhumanos que crean nuevas formas de pobreza y marginan a los trabajadores.
El líder de la Santa Sede llegó a Daejeon en un tren de alta velocidad y no en el helicóptero charter que se le había ofrecido. El acceso a los vagones de primera clase adyacentes al vagón en que iba el Papa fue restringido, pero en los restantes 14 vagones, viajaron unos 500 pasajeros comunes rumbo a la mencionada ciudad surcoreana.
A su arribo a la estación del tren, el Papa subió en un coche Kia Soul para dirigirse al estadio mundialista de Daejeon, sede de la misa por la Asunción de la Virgen María.
Antes de comenzar la ceremonia, Francisco se reunió con unos 10 familiares de las víctimas del accidente del ferry Sewol para ofrecerles consuelo. Al término de la misa, el papa mantuvo una reunión-almuerzo junto con los delegados de jóvenes participantes en la Sexta Jornada de la Juventud Asiática.
Por la tarde, Francisco acudió a Solmoe, lugar de nacimiento del primer sacerdote coreano Kim Tae Gon Andrea, en el condado de Dangjin, provincia de Chungcheong del Sur, para una ofrenda de flores y oración.
La segunda jornada oficial del Papa concluyó con una plática con los participantes de la Jornada de la Juventud Asiática en dicha Tierra Santa.