Corea del Norte continúa reprimiendo duramente cualquier tipo de práctica religiosa, aunque la Constitución garantiza la libertad de culto, según el informe anual del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la libertad religiosa en el mundo 2013.
El documento señala que en Corea del Norte, que ha sido incluido en la categoría de "países de especial preocupación sobre libertad religiosa" desde 2001, sigue habiendo casos de opresión contra organizaciones religiosas no certificadas, mientras que continúan restringiendo el derecho de los individuos a manifestar sus creencias religiosas.
Asimismo, citando testimonios de refugiados y desertores, cita que se aplican castigos severos -e incluso pena de muerte-a las personas descubiertas participando en actividades religiosas, o en contacto con extranjeros o misioneros.