Pyongyang propuso el lunes 30 detener toda hostilidad militar entre las dos Coreas a partir de las 00:00 horas del 4 de julio, y urgió a la cancelación del ejercicio conjunto Ulchi Freedom Guardian de las fuerzas surcoreanas y estadounidenses, para propiciar un ambiente favorable a los intercambios intercoreanos.
Asimismo, el régimen comunista exigió a la administración de Seúl adoptar una decisión política para no seguir con la guerra psicológica, y poner en marcha medidas específicas conformes al principio de unidad nacional.
La propuesta fue planteada por la Comisión Nacional de Defensa de Corea del Norte, la cual enfatizó que hay muchas naciones que desean realizar entrenamientos militares conjuntos con el ejército norcoreano, mas sin embargo, éste nunca actuará con fuerzas extranjeras en los territorios al norte de la península coreana.