Seúl ha exhortado a Pyongyang a liberar y repatriar al misionero surcoreano Kim Jung Wook, sentenciado en el país comunista a trabajos forzados de modo perpetuo.
En un comunicado publicado en nombre del portavoz del Ministerio de Reunificación, el Gobierno surcoreano critica que Corea del Norte haya procedido unilateral y arbitrariamente a un juicio contra Kim, llegando a imponerle una sanción tan grave como la de cadena perpetura a trabajos forzados.
Sobre la pena aplicada, la Agencia Central de Noticias norcoreana dio a conocer el sábado 31 que al misionero le fueron imputados cargos de espionaje, de entrada ilegal al país, de incitación y propaganda contra el estado norcoreano y de delito de conspiración para revocar el régimen.