La Agencia Central de Noticias de Corea del Norte divulgó el sábado 31 que el misionero surcoreano Kim Jung Wook fue condenado a trabajos forzados de modo perpetuo. Kim se encuentra detenido en el país comunista desde hace 8 meses, desde que entrara en territorio norcoreano en octubre del año pasado.
La agencia de noticias informa que el juicio contra el surcoreano -que según este medio llegó al Norte para realizar actividades contra el régimen de Pyongyang- se llevó a cabo el viernes, y el detenido fue sentenciado a cadena perpetua con trabajos forzados.
Al misionero le imputaron los cargos de espionaje, entrada ilegal al país, incitación y propaganda contra el estado norcoreano y delito de conspiración para revocar al régimen.