La Cruz Roja de Corea del Sur ya ha comenzado los preparativos para celebrar la reunión de familias separadas, programada para comenzar el próximo 20 de febrero.

Sus tareas empezaron con la verificación, mediante llamadas telefónicas, de las 95 personas que habían sido seleccionadas para el reencuentro familiar el pasado septiembre, cuando la reunión prevista fue cancelada unilateralmente por Pyongyang a tan solo unos días del evento. La Cruz Roja actualmente confirma el estado de salud de los postulantes, al igual que su disposición a participar. Asimismo están enviando comunicados con la agenda del evento, y la posibilidad de saber si los asistentes de edad avanzada, podrán atender a las distintas actividades durante el reencuentro.

Por otro lado, un equipo de inspección de Corea del Sur viajará el día 7 al monte Geumgang, en Corea del Norte. Unos 40 surcoreanos, que incluyen funcionarios de la Cruz Roja y de Hyundai Asan, se transladarán por carretera y cruzarán la frontera, para verificar el estado de los diferentes lugares propuestos para el hospedaje; así como de las instalaciones eléctricas y de comunicación.