Los líderes del G 8 nominaron a Corea del Norte e Irán como países que pueden difundir las armas de destrucción masiva y urgieron a esas naciones a abandonar el programa de desarrollo nuclear y a cumplir las medidas de seguridad nuclear.

Los líderes del G8 deliberaron sobre los asuntos de seguridad internacional y adoptaron un comunicado de prohibición de la proliferación de armas de destrucción masiva. Exigieron que Corea del Norte e Irán pongan fin a sus programas nucleares y acepten inspecciones de expertos en armas atómicas. En especial, los mandatarios subrayaron la necesidad de que Corea del Norte desmantele en forma visible, verificable e irreversible todo el programa de armas nucleares, considerándolo como una medida básica para la solución pacífica.