El Gobierno de Seúl recibió en la tarde del viernes 25 en la aldea de Panmunjeom, a sus seis ciudadanos retenidos en Corea del Norte.
Los seis son hombres de entre 27 y 67 años de edad, y se desconoce si fueron al Norte voluntariamente, o cuándo y cómo llegaron allí. Cuatro de ellos podrían ser los que entraron ilegalmente en febrero de 2010, según el régimen comunista.
El portavoz del Ministerio de Reunificación Nacional afirmó que resulta lamentable que el Norte no haya respondido a la petición del Sur para identificar devidamente a estas seis personas; si bien Seúl se ha mostrado aliviado de que -aunque tardíamente- el régimen comunista haya decidido liberar a estos surcoreanos por razones humanitarias.
El vocero surcoreano informó también de que pondrán en marcha los procedimientos correspondientes para tramitar su ingreso legal al país, una vez se hayan confirmado sus identidades y hayan sido sometidos a examen médico.
De constatarse que los surcoreanos cruzaron la frontera intercoreana voluntariamente, serían castigados por violar la Ley de Seguridad Nacional.