El presidente de China, Hu Jintao, y su contraparte ruso, Vladimir Putin, exhortaron a encontrar una solución pacífica a la crisis nuclear norcoreana.

En una declaración conjunta, Hu y Putin instaron a Pyongyang a desistir de las armas nucleares y señalaron que la estabilidad de la península coreana no sólo concierne a China y a Rusia sino también al interés de la sociedad mundial.

Los dos mandatarios también enfatizaron que no se puede aceptar amenazas o actos militares para la solución de cualquier conflicto mundial. Subrayaron que China y Rusia apoyan la desnuclearización de la península coreana y que, a cambio, se deben respectar las preocupaciones de Pyongyang al pedir una garantía por su seguridad.

Analistas consideran a esta declaración como contraria a la postura de Estados Unidos, que mantiene una línea dura ante el asunto nuclear norcoreano, y al mismo tiempo como que va en sentido contrario al deseo estadounidense, ya que los mandatarios chino y ruso urgieron por un diálogo directo entre Pyongyang y Washington para la solución pacífica de la situación.