El primer presidente de la Comisión Nacional de Defensa de Corea del Norte, Kim Jong Un, ordenó a las unidades de misiles del Ejército de su país prepararse para atacar, en una reunión convocada con carácter de urgencia a primeras horas del viernes 29. La orden fue emitida, tras divulgarse la noticia de que bombarderos estratégicos estadounidenses B-2 efectuarían un entrenamiento sobre la península coreana.
En la reunión mantenida a las 00:30 del viernes, Kim Jong Un criticó con fuerza a Estados Unidos, por desplegar sus bombarderos B-2 el jueves 28 hacia Corea del Sur. Reprobó que la llegada de tales aviones a los cielos de la península coreana no es más que una declaración de guerra, y que las hostilidades del país norteamericano contra Corea del Norte han dejado de ser simples amenazas.
En este contexto, Kim Jong Un ordenó al Ejército norcoreano hacer todos los preparativos necesarios para atacar con misiles estratégicos, no solo las bases militares estadounidenses en la región del Pacífico, sino también aquéllas ubicadas en Corea del Sur.