Corea del Sur ha restringido el acceso a un popular destino turístico situado en la frontera entre las dos Coreas, como respuesta a la amenaza de Corea del Norte de que atacará la zona fronteriza.
Las Fuerzas Armadas surcoreanas ordenaron la evacuación de unos 820 residentes locales a refugios comunitarios. Asimismo, el Ejército elevó un nivel, la situación de respuesta con artillería entre las unidades de primera línea, entre ellas las del Primer Cuerpo del Ejército.
El Gobierno local y la Policía de Paju, de la provincia de Gyeonggi, han impuesto una prohibición a la entrada de turistas al Pabellón Imjingak, a partir de las 8 de la mañana del lunes 22.
Corea del Norte anunció que lanzaría un ataque "despiadado", si organizaciones civiles surcoreanas siguen adelante con su plan de lanzar panfletos criticando la sucesión hereditaria de poder en Pyongyang.