El edificio del Consulado del Imperio de Corea en Estados Unidos, símbolo de la diplomacia autónoma que desplegó el país tras la Dinastía Joseon, y hasta antes de su anexión forzoza a Japón, fue devuelto al pueblo coreano.
La restitución se hizo al firmarse el contrato de compraventa del bien inmueble la tarde del jueves 18, hora local, en Washington D.C., con lo que Corea recuperó su derecho de propiedad sobre dicho edificio tras 102 años.
El Consulado del Imperio de Corea en Estados Unidos, es el único de los edificios ocupados por las misiones diplomáticas del Imperio de Corea, que conserva su forma original.
El inmueble fue utilizado entre 1891 y 1905 como edificio consular. Sin embargo, tras la firma del Tratado Eulsa, mediante el cual Japón forzó la anexión de Corea como su colonia, el gobierno coreano fue presionado a vender el edificio a los japoneses al precio de tan solo 5 dólares.