Estados Unidos está ejerciendo presión sobre China para que solucione pronto el problema nuclear norcoreano y a su vez el gobierno de Beijing está sintiendo más que nunca el peso de esa responsabilidad. El diario Le Figaro de Francia informó, mediante una nota escrita por el corresponsal en Beijing, que la administración de George Bush está presionando a China para que sea la promotora de la solución de este asunto.

Esta exigencia estadounidense habría sido transmitida directa e indirectamente a la administración de Beijing mediante Colin Powell y Donald Rumsfeld, que visitaron la capital china en los últimos meses.

El secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, sostuvo en sus encuentros con funcionarios chinos que Estados Unidos ha cumplido cabalmente con su función para conseguir la estabilidad de la península coreana e impedir el desarrollo nuclear de la región. Según Powell, ahora le tocaría el turno a China.

Debido a ello, el tema norcoreano se habría convertido en asunto de disputa entre el partido comunista y la fuerza militar de China, ya que cuando finalice la guerra con Irak, Corea del Norte sería el próximo centro de atención para Estados Unidos.