El monje Jaseung de la Orden Budista Jogye de Corea del Sur se citó el viernes 30 de septiembre con la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, con quien acordó cooperar para que los patrimonios culturales del budismo coreano sean reconocidos como Patrimonio de la Humanidad.
En la reunión, el monje Jaseung recalcó que Corea cuenta con una historia de cinco milenios y que la cultura budista se arraigó en este país hace cerca de 1.700 años. Agregó que ya varias herencias budistas de Corea están registradas en la Lista de los Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO. Enfatizó que ahora lo que busca es que otros bienes de importancia tanto materiales como inmateriales, entre ellos el Festival de Lámparas de la Flor de Loto, sean también reconocidos como tales.
A este comentario del religioso, Irina Bokova respondió que está enterada de los esfuerzos que realizan los coreanos para preservar los patrimonios budistas y se comprometió a cooperar para que estos se incluyan en la mencionada lista de la UNESCO.
El monje Jaseung y la directora general de la UNESCO acordaron también trabajar de manera conjunta en la restauración de Lumbini, lugar de nacimiento de Buda, en Nepal.