El gobierno surcoreano hizo saber que advirtió severamente a Corea del norte por las consecuencias que puede tener luego de decisión de expulsar a los inspectores de la AIEA, Agencia Internacional de Energía Atómica, y poner en marcha el laboratorio bioquímico. Seúl le solicitó interrumpir inmediatamente estos planes. El gobierno surcoreano emitió el día 28 un comunicado, en nombre del Ministerio de Asuntos Exteriores, y anunció que negociará al respecto en forma urgente con Estados Unidos, Japón y la AIEA, así como con China, Rusia y la Unión Europea. Esta postura surcoreana es la más fuerte desde que el tema nuclear norcoreano se convirtiera en fricción candente en el ámbito internacional. Un alto funcionario de Seúl señaló que el gobierno surcoreano desplegará todo tipo de esfuerzos diplomáticos y políticos para detener la operación de las instalaciones nucleares norcoreanas. Igualmente remarcó que si Pyongyang sigue adelante, se podrían ejecutar todas las posibilidades. Según la fuente, el Acuerdo Nuclear de Ginebra aún sigue vigente en parte, ya que todavía no están en funcionamiento las edificaciones nucleares ni tampoco se han detenido las obras de construcción de los reactores de agua ligera en la zona norcoreana de Nampo.