A pesar del anuncio norcoreano sobre la anulación del congelamiento de su programa nuclear, la KEDO (Organización para el Desarrollo de la Energía en la Península Coreana) sigue construyendo los reactores nucleares de agua ligera en Corea del Norte. La construcción de estas instalaciones fue parte del acuerdo alcanzado entre Norcorea y Estados Unidos en 1994. En ese convenio, el gobierno de Pyongyang se comprometió a congelar su plan nuclear a cambio de 500 mil toneladas de crudo al año y la construcción de dos modernos reactores nucleares de agua ligera. El suministro del crudo fue interrumpido luego que Pyongyang admitiera en octubre pasado el desarrollo de plutonio. Según una autoridad de la KEDO, se continuará con el proyecto a menos que en la reunión del comité ejecutivo se decida introducir cambios a los planes. La fuente indicó que hasta el momento se ha completado el 28% de las obras y añadió que todo ha seguido con normalidad desde agosto cuando la KEDO y el gobierno norcoreano celebraron la ceremonia de inicio de las obras con concreto en Geumho, territorio de Corea del Norte.