Los intentos de mantener conversaciones entre las dos Coreas para resolver la cuestión relativa a los 31 norcoreanos que entraron en aguas sureñas en febrero prácticamente han fracasado.
Corea del Norte envió el martes 8 a última hora un comunicado exigiendo una reunión de trabajo de la Cruz Roja en la aldea de la tregua de Panmunjeon con la presencia de los cuatro norteños que manifestaron su voluntad de permanecer en el sur de la península. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada por el Gobierno de Corea del Sur, que alegó como motivo la protección de estos ciudadanos.
En el documento, Pyongyang puntualizó que si la Administración de Lee Myung Bak no acepta un diálogo cara a cara con los cuatro norcoreanos que supuestamente expresaron la decisión de quedarse en el Sur, lo interpretará como un secuestro. Añadió que, en ese caso, se verá obligado a aplicar medidas severas hacia Seúl.