El régimen de Pyongyang ha aludido a la posibilidad de un enfrentamiento armado o ataques nucleares como respuesta al ejercicio militar conjunto que están efectuando las fuerzas surcoreanas y estadounidenses desde el 28 de febrero. En paralelo, ha manifestado su disposición de aliviar la tensión en la península por medio del diálogo.
El Ministerio de Exteriores norcoreano subrayó el martes 1 que las maniobras conjuntas Key Resolve y Doksuri (Águila) de los ejércitos surcoreano y estadounidense están diseñadas para atacar a su país. Por consiguiente, afirmó que podría contraatacar físicamente a Seúl como un acto de autodefensa.
Asimismo, la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte publicó en su última edición que las dos Coreas están cada vez más lejos del diálogo y la paz, y más cerca de la guerra. Matizó que en caso de un enfrentamiento bélico su Gobierno recurrirá a las armas nucleares.
Sin embargo, Pyongyang dejó abiertas sus intenciones de celebrar conversaciones para mejorar la situación en la península. Destacó la necesidad de reanudar la reunión sixpartita o la cumbre intercoreana, enfatizando que ha llegado la hora de poner punto y final a esta tensión que está en su punto más grave.