Kim Jong Nam, hijo mayor del Kim Jong Il, manifestó que la reforma interna y la apertura del mercado son las soluciones más efectivas para mejorar la calidad de vida de los norcoreanos.
En una entrevista ofrecida al diario japonés Tokyo Shimbun a fines de enero, el primer hijo del líder comunista destacó la necesidad de una reforma en Pyongyang para el bien de sus ciudadanos. Sin embargo, enfatizó que será difícil materializarla debido a que la misma reforma nacional podría causar el derrumbe del régimen.
Asimismo añadió que Pyongyang debe dar prioridad a la normalización de las relaciones con Estados Unidos antes que el establecimiento de la paz en la península y su desarrollo económico.
En cuanto a su hermano menor Kim Jung Eun, quien ha sido elegido por su padre como el nuevo sucesor del trono, matizó que espera que ponga en práctica políticas positivas para que no se repitan tragedias como el bombardeo a la isla Yeonpyeong y así, lograr la estabilidad en el noreste asiático.