Empleados de la Biblioteca Nacional de Francia han manifestado su oposición a la repatriación a Corea del Sur de los libros Oegyujanggak, sustraídos por el Ejército galo durante la invasión de la isla de Ganghwa en 1866.
Doce bibliotecarios de la citada institución que almacena los libros antiguos publicaron una declaración al respecto el jueves 18. En el documento, afirman que la cesión en alquiler a Seúl de los volúmenes contradice la opinión del Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional de París.
En la declaración, insistieron en que el contrato de alquiler de los manuscritos implica de facto la devolución definitiva, ya que se renueva cada cinco años. Calificaron que el acto viola la ley positiva de Francia.
Asimismo, los bibliotecarios sostuvieron que semejante intento desprecia los esfuerzos realizados por su institución para preservar y restaurar los documentos traídos de países extranjeros desde el siglo XVI. Criticaron, en esta línea, la decisión unilateral del presidente francés, Nicolás Sarkozy, que acordó el día 12 con su homólogo surcoreano el retorno de los libros en cuestión.
Entre tanto, el sector intelectual del país europeo expresó, en general, su apoyo a la repatriación de los aludidos manuscritos.
El Consejo de Partidarios de la Devolución de los libros Oegyujanggak afirmó el viernes 19, mediante un artículo enviado al diario Le Monde, que el acuerdo entre los líderes de ambas naciones refleja el gran éxito de la diplomacia bilateral.