El Tribunal Central de Seúl ha ratificado las penas de prisión impuestas en julio a dos espías de Corea del Norte, acusados de entrar al país fingiendo ser desertores.
Cada uno de ellos fue condenado a diez años de cárcel, por llegar a Seúl con la orden de matar a Hwang Jang Yop, el funcionario norcoreano de más alto rango que vivía como desertor en el Sur y que finalmente falleció este domingo.
Los dos espías entraron en enero en Corea del Sur a través de China y el sudeste asiático, simulando ser desertores.
Como ninguno de los dos hombres formuló un recurso, las penas de prisión han sido corroboradas.