La delegación representativa de Estados Unidos, liderada por James Kelly, subsecretario de Estado estadounidense encargado de los asuntos del este de Asia y el Pacífico, partió el día 3 de la base aérea de Osan, en Corea del Sur, con destino a Pyongyang. El avión especial llegó a Pyongyang por medio de la ruta directa sobre el Mar del Oeste. El grupo estadounidense empezó a discutir sobre los temas de mutuo interés, incluyendo la inspección de las instalaciones nucleares norcoreanas y el desarrollo misilístico. Se dio a conocer que el emisario Kelly transmitió la postura oficial de la administración de Bush en lo referente a la autorización de la inspección nuclear, la interrupción de desarrollo misilístico, la reducción del armamento convencional y la mejora de los derechos humanos en Corea del Norte. Al respecto, se supo que los funcionarios de Corea del Norte pidieron la excusión de su país de la lista de los promotores del terrorismo. Durante la estancia previa en Seúl, el enviado especial norteamericano mantuvo una postura cautelosa ante las expectativas de su visita al país norcoreano.