En Corea del Norte hay seis campos de reclusión donde se encuentran encerrados 154 mil reclusos.

Según Yoon Sang Hyun, legislador del Partido Gran Nación, el país norcoreano albergaba unos 10 sitios similares con 200 mil presos políticos hasta finales de la década de los 90. No obstante, cuatro de ellos fueron cerrados ante las fuertes críticas de otras naciones. Corea del Norte niega frecuentemente la reclusión de prisioneros políticos enfatizando que no hay abusos de derechos humanos.

El político alegó que los prisioneros políticos son obligados a realizar trabajos forzados de más de 10 horas diarias y reciben solo 200 gramos de comida al día. Tampoco tienen acceso a atención médica.

Los detenidos en estos campos son políticos de la oposición o aquéllos que perdieron en las luchas de poder. Los ciudadanos comunes también son recluidos por hacer determinados comentarios sobre el líder norcoreano.