El Gobierno convocó una reunión de emergencia en la noche del día 10 para deliberar sobre la situación norcoreana y su relación con la salud de Kim Jong Il.

El primer ministro, el ministro de Defensa y otros miembros del gabinete acudieron a la cita donde fueron informados de que no se ha detectado ningún movimiento fuera de lo normal en Corea del Norte. No obstante, los congregados hablaron de la posibilidad de que surja algo inesperado y de la necesidad de tomar medidas para hacer frente a cualquier imprevisto.

Al respecto, el Ministerio de Reunificación Nacional reiteró que no se observan indicios anormales en Corea del Norte ni se nota un vacío de poder. El vocero Kim Ho Nyun explicó que las actividades del Estado siguen su curso habitual.

Por otro lado, la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional también convocó una reunión a puertas cerradas en la que el ministro de Defensa, Lee Sang Hee, informó sobre la situación actual dentro del país comunista. El titular de dicha cartera declaró que se analizan minuciosamente los últimos acontecimientos y aseguró estar preparado para cualquier eventualidad.