En Corea del Sur se llevaron a cabo diversas celebraciones navideñas tales como misas para festejar el nacimiento de Cristo las cuales al mismo tiempo fueron aprovechadas para hacer un llamado al mundo sobre la paz.

El cardenal surcoreano Cheong Jin Suk convocó a una misa en la catedral de Myeongdong para celebrar la fecha. Durante la misma enfatizó que para establecer la paz en estas tierras es indispensable la cooperación mutua entre los diversos sectores sociales. Al mismo tiempo señaló que el nuevo presidente electo debe tener como primera prioridad ayudar a los sectores más vulnerables de la sociedad como niños, ancianos y trabajadores extranjeros residentes en el país.

Otras iglesias protestantes de la nación también realizaron eventos religiosos y obras de caridad para socorrer a los más necesitados.