El presidente de Corea del Sur, Roh Moo Hyun, y el líder norcoreano Kim Jong Il protagonizaron este miércoles en Pyongyang dos reuniones cumbre en las que abordaron temas económicos, militares y humanitarios. Ambos encuentros se realizaron en la Casa de Huéspedes del Estado Paekhwawon, lugar de alojamiento oficial del presidente Roh y la delegación del Sur.

Tanto por la mañana como por la tarde, ambos mandatarios mantuvieron dos extensas deliberaciones que se prolongaron respectivamente por espacio de dos horas y media. El presidente surcoreano calificó al encuentro como "franco y sincero", aunque reconoció que aún hay que "derribar el muro de desconfianza" que existe entre los dos países.

En el almuerzo realizado entre las tratativas y en el que participó la delegación surcoreana, el presidente Roh dio detalles del diálogo sostenido con Kim Jong Il. En la ocasión Roh afirmó que “sobre la paz y la reconciliación, debemos acabar con los problemas que bloquean el camino", reconociendo que las dos Coreas "no comparten la misma percepción" sobre algunos temas, pero sí coinciden en la necesidad de "fijar una nueva dirección para el futuro", sobre todo en cuanto a su cooperación económica.

Sin dar precisiones, el presidente surcoreano admitió que Corea del Norte "no está demasiado contenta" con el ritmo que Surcorea quiere imprimir a las conversaciones a seis bandas para la desnuclearización norcoreana, revelando de ese modo que se abordó el tema atómico.

Ambos líderes hablaron sobre acuerdos de cooperación e intercambio económico y se conoció que no hubo diferencias en torno a la voluntad de alcanzar un acuerdo de paz que encamine a las dos Coreas a la reconciliación y reunificación nacional.

Kim Jong Il le extendió una invitación a su homólogo del Sur para extender por un día la cumbre, pero se coincidió en respetar el esquema, por lo cual el encuentro terminará el jueves, cuando se emita una declaración conjunta.

En la tarde, el presidente Roh y la delegación del Sur concurrieron al Estadio de Pyongyang para presenciar el Festival Arirang, un gigantesco espectáculo gimnástico del que participan 100.000 personas.

Luego, el jefe de Estado surcoreano ofreció una cena de agasajo a la parte norteña, culminando de esa forma la agenda del segundo día de la Cumbre Intercoreana.