El presidente Roh Moo Hyun se dirigió a la nación este martes por la mañana respecto a su viaje de tres días a Pyongyang, donde protagonizará la segunda cumbre intercoreana de la historia con el líder norcoreano Kim Jong Il.
El mandatario declaró que la segunda cumbre será una sesión más calma y más práctica que la que tuvo lugar siete años atrás, destacando también que se pondrá énfasis en las medidas específicas que permitan promover un régimen de paz en la península y avanzar hacia la cooperación económica y el desarrollo.
Roh también consideró que si la primera cumbre intercoreana en el año 2000, entre el entonces presidente surcoreano Kim Dae Jung y su contraparte Kim Jong Il, significó un nuevo punto de partida para las relaciones entre los dos países, esta ronda de conversaciones probablemente removerá muchos de los obstáculos existentes y catalizará la relación entre ambos Estados.
El primer mandatario agregó que hará sus mayores esfuerzos para aliviar la tensión militar y fortalecer la confianza con el Norte y afirmó que intentará producir resultados sustanciales en relación también a las cuestiones humanitarias.
El presidente Roh estimó que podría estar limitado por el corto tiempo que le resta en el poder y, por lo tanto, no será demasiado agresivo en cuanto a la obtención de resultados, pero enfatizó que no se abstendrá de tratar ciertos asuntos.
Luego de dirigirse a la nación por cadena nacional, Roh partió en su limusina rumbo a Pyongyang a las ocho de la mañana y una hora después cruzó la zona desmilitarizada a pie, siendo el primer presidente coreano en hacerlo desde la división de la península.