El subsecretario adjunto de Estado estadounidense para Asuntos de Asia del Este y el Pacífico, Christopher Hill, declaró que Corea del Norte deberá permitir el ingreso de los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica. De lo contrario, Pyongyang tendrá que pagar por las consecuencias que surjan a partir de la violación del acuerdo del 13 de febrero.
El funcionario estadounidense enfatizó que invitar de inmediato a los delegados de la AIEA constituiría para Corea del Norte una manera de demostrar que está lista para poner en práctica las disposiciones del acuerdo nuclear.
Hill insistió en que es momento de que el régimen norcoreano responda a sus obligaciones de desmantelamiento nuclear, puesto que sus fondos en el Banco Delta Asia fueron desbloqueados y ya no causan más controversia.