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Como Taean se ubica en la costa oeste, todas sus playas son ideales para disfrutar del atardecer y la puesta del sol en el horizonte marino, sin embargo la más famosa por su paisaje del ocaso es la playa Kkotji, donde el sol rojo ardiente se pone entre dos rocas, apodadas como “los abuelos”. Es más, la escena del atardecer que se divisa en este sitio es considerada un símbolo de Taean.

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La playa Cheongpodae es una de las pocas de Corea en la que los viajeros pueden probar el método tradicional de pesca llamado doksal(독살) que consiste en formar un muro de piedra en el mar, en partes no muy profundas, y capturar los peces que quedan en el área rodeada por ese muro en marea baja. Es una técnica usada desde antaño por pescadores locales y cuya tradición se conserva hoy en día en un número muy limitado de regiones de Corea.

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La playa Malipo es referida actualmente por los jóvenes como “Malifornia” por ser uno de los lugares donde más surfeadores se congregan en verano en Corea, aunque los mayores la recuerdan más por la canción ‘Amor de Malipo’ sobre un joven amor que florece sobre la arena plateada y bajo las gaviotas en la playa Malipo. 

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Las dunas de Sinduri son colinas de arena formadas creca de la playa homónima por la acción de las corrientes marinas y del viento durante siglos. Son las dunas costeras más extensas de Corea, de ahí su valor medioambiental, por el que en 2001 fueron designadas como Patrimonio Natural Nacional.

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El humedal de Duwung, aunque no es tan grande como los registrados en la Lista de Ramsar -por ejemplo el humedal de Upo- es un baúl de tesoro en lo que a diversidad biológica se trata. Pues es el habitat de más de 500 especies de animales y plantas, incluyendo varias en riesgo de extinción como la rana de boca estrecha y otras especies de anfibios raras que solo son encontradas en la costa oeste de Corea, como la Rana de Seúl.