‘Noryang: el mar de la muerte’ es la película con la que el director Kim Han Min culmina la trilogía sobre el almirante Yi Sun Sin, que comenzó con ‘Myeongryang’ o ‘Corriente rugientes’, estrenada en 2014, y siguió con ‘Hansan: el dragón ascendente’, presentada al público en 2022. Si bien las tres obras se centran en la misma guerra, que desató la invasión japonesa de 1592 y duró siete años, y Yi Sun Sin, considerado el héroe de dicha guerra y la figura histórica más querida y respetada por los coreanos, cada entrega se enfoca en un aspecto diferente de él. 

La primera parte de la trilogía, ‘Myeongryang’ o ‘Corriente rugientes’ destaca el sacrificio del pueblo que hizo posible que Joseon, con apenas doce barcos, lograra vencer en una batalla a los invasores japoneses, que atacaban con 330 buques. Retrata a un Yi Sun Sin que lidera esa batalla superando las dificultades con una sorprendente fuerza de voluntad, sin dejarse derrotar por la crisis o las frustraciones. En la segunda parte, ‘Hansan: el dragón ascendente’, la dramática visualización de las inteligentes tácticas de combate de Yi Sun Sin, representadas por el barco acorazado Geobukseon o barco tortuga, sumerge al espectador en una experiencia catártica y muestra el lado frío y calculador de un líder que, con una óptima preparación y una muy bien planeada estrategia, consigue revertir la situación de las fuerzas de Joseon frente a Japón. Finalmente, ‘Noryang: el mar de la muerte’ cierra la trilogía con una reflexión sobre el significado y el impacto de esa guerra de siete años, tanto para el estado como para los ciudadanos que la sufrieron, al tiempo de ilustrar el sublime objetivo de Yi Sun Sin, quien incluso apostó su propia vida para terminar la guerra y desterrar posibles ataques similares a futuro. 

La batalla de Noryang culminó con la victoria de las fuerzas aliadas Joseon-Ming. Sin embargo, ahí murió Yi Sun Sin tras luchar hasta el último segundo de su vida para aniquilar a los invasores japoneses. La película ‘Noryang: el mar de la muerte’ revisa por qué Yi Sun Sin intentó, a costa de su propia vida, acabar hasta con el último soldado de las tropas japonesas que se retiraban de la península coreana tras la muerte de Toyotomi Hideyoshi, ante su inminente derrota en esa guerra de siete años. Por supuesto, para entender al cien por cien la decisión de perseguir hasta el último hombre de las tropas invasoras de Japón cuando la guerra ya estaba por terminar, es necesario explorar a fondo cómo influyó en esa guerra la política, el estatus y las relaciones diplomáticas de los tres protagonistas de la historia del noreste asiático del siglo XVI: la Dinastía Joseon, la Dinastía Ming de China y el Japón unificado de Toyotomi Hideyoshi. Asimismo la tragedia del pueblo, acorralado por la violenta codicia del estado y el egoísmo de quienes ejercían el poder entonces. 

Dicho esto la película ‘Noryang’, a diferencia de las dos primeras partes de la trilogía, que resaltan la estrategia y la victoria de Yi Sun Sin, opta por centrarse más en comprender y hacer comprender al público, las convicciones de aquel líder desde su punto de vista. De ahí que el desarrollo narrativo, analizado estrictamente en términos de entretenimiento, pueda resultar un tanto aburrido, y también demasiado larga la explicación sobre las decisiones del almirante Yi Sun Sin antes de comenzar las secuencias del combate naval.

Kim Han Min debutó como director de cine en 1999 con el cortometraje titulado ‘Así conoció Kim Sunim a Gang Dusik (그렇게 김순임은 강두식을 만났다)’. Pero comercialmente se dio a conocer en 2007, cuando estrenó ‘Paraíso asesinado (극락도 살인사건)’, su primer largometraje, una película de suspense y misterio. A partir de esa obra, que reunió a más de dos millones de espectadores, el cineasta inició una carrera de éxitos taquilleros, aunque en términos de crítica el reconocimiento le llegó apenas en 2011 gracias a ‘La guerra de las flechas (최종병기 활)’, una producción que resultó multipremiada, además de convertirse en el mayor éxito taquillero del cine coreano de ese año. 

‘La guerra de las flechas’ es una pélicula de época. Dicho esto, en la filmografía de Kim Han Min se aprecia fácilmente que tiene más éxito con películas de época que con obras ambientadas en periodos contemporáneos. En esta línea, justamente destaca su trilogía sobre el almirante Yi Sun Sin. cuya primera parte, ‘Myeongryang (명량)’ o ‘Corriente rugientes’, estrenada en 2014, congregó a 1,7 millones de personas de público, mientras que la segunda parte, ‘Hansan: el dragón ascendente (한산: 용의 출현)’, atrajo a casi 7,3 millones de espectadores.