según dictan la Constitución y esta ley.” 

Artículo 3, Ley de Servicio Militar.

Sobre un fondo negro aparece en letras blancas que simulan las de una máquina de escribir mecánica la anterior frase, iniciando la segunda temporada de ‘D.P.’, una serie cuya primera temporada causó sensación cuando se estrenó en 2021 en Netflix, al hacer una crítica directa sobre las irracionalidades, injusticias y violencia cometidas en el Ejército, una institución extremadamente conservadora de la que no se permitía, ni tampoco se permite tanto en la actualidad, cuestionar sus problemas estructurales internos. La historia gira en torno a los miembros de una unidad especial de la división de policía militar del Ejército coreano, que tienen como tarea principal perseguir y detener a soldados que huyen de las bases por no poder soportar el servicio militar obligatorio, cada quien por sus propios motivos. En definitiva, ‘D.P.’ muestra claramente que la mayor razón de esas deserciones es la violencia de la que son víctimas, que muchas veces se resume en un lenguaje suave que denota demasiada tolerancia, como intimidaciones exageradas o simplemente novatadas. 

En el centro de la acción en ‘D.P. 2’ están nuevamente Ahn Junho y Han Hoyeol, dos policías militares sin uniforme cuya principal misión es perseguir a soldados desertores y traerlos de vuelta al Ejército. Según cuenta ‘D.P.’, la cultura en el Ejército de Corea es completamente tóxica. A nivel de los cuarteles, hay soldados que son implacablemente acosados e intimidados por sus camaradas, llamados por cualquier defecto percibido, condenados al ostracismo y obligados a servir o a hacer el trabajo de alguien más fuerte que ellos. El código militar del país estipula: “Todo ciudadano varón de la República de Corea deberá cumplir fielmente el servicio militar obligatorio.” Pero en realidad lograrlo suele ser un viaje desgarrador. Algunos no sobreviven. Otros huyen. Y ahí es donde entran en juego Junho y Hoyeol. 

Ji Jin Hee debutó en el mundo del entretenimiento en 1999 al protagonizar un vídeo musical. Desde entonces trabajó como modelo de revista y actor de teatro, hasta asumir su primer papel en una serie televisiva en el año 2000. Pero su gran salto hacia el estrellato llegó en 2003 gracias a la serie de época ‘Una joya en palacio (대장금)’, que coprotagonizó con Lee Yeong Ae y se convirtió en un mega éxito dentro y fuera de Corea, liderando la ola coreana del “hallyu”. 

A partir de ahí, Ji Jin Hee viene forjando una carrera muy prolífica con producciones que en su momento no solo lograron satisfactorias tasas de audiencia, sino que también fueron noticia y recibieron valoraciones positivas, como por ejemplo ‘Un día de primavera (봄날)’, obra donde actuó junto con Go Hyun Jung y Zo In Sung, o la serie de época ‘Dong Yi (동이)’, que registró un rating superior al 25% a lo largo de sus sesenta capítulos.

En cuanto al cine, Ji Jin Hee protagonizó su primera película en 2002 y hasta la fecha ha actuado en quince obras, incluyendo apariciones especiales. Sin embargo, comparado con la exitosa carrera que lleva en la televisión, su protagonismo no es tan notorio aún en la gran pantalla. Dicho esto, como sus trabajos cinematográficos más importantes destacan películas como ‘Los íntimos atractivos de la profesora (여교수의 은밀한 매력)’ y ‘The Old Garden (오래된 정원, El viejo jardín)’.

En años recientes, podría decirse que incluso se centra más en rodar serie televisivas, sobre todo por la gran demanda de k-dramas que existe a nivel mundial, y fue aclamado ampliamente por su actuación en producciones relevantes como ‘Misty (미스티)’ y ‘Sesenta días, el sucesor designado (60일, 지정생존자)’, un remake de la serie estadounidense ‘Designated Survivor (Sucesor designado)’ del canal ABC, protagonizada por Kiefer Sutherland.