Casiopea(카시오페아)

‘Casiopea’ del director Shin Yeon Sik, que sirve metáfora de la familia, que en la vida no indica exactamente la dirección que debemos seguir, pero sí da protección y apoyo, ya sea de manera directa o indirecta. 

Sujin es una exitosa abogada. Tras su divorcio, lleva una vida perfectamente equilibrada como profesional y madre, mientras hace los preparativos para llevar a su hija a estudiar a Estados Unidos. Su padre Inwu vive con ellas y cuida de su nieta. Así, la vida transcurre sin altibajos para los tres, hasta que un día diagnostican a Sujin con Alzhéimer tras sufrir un accidente automovilístico. Desde ese momento su padre Inwu, a quien encarna el actor Ahn Sung Ki, se encarga de cuidarla. La protege estando a su lado día y noche, a medida que Sujin poco a poco se va convirtiendo en una niña al perder la memoria y la lucidez.

Sobre el título de la película, el director Shin Yeon Sik comentó en una entrevista que al no poder decidir cómo titular la obra, su hija le cantó una canción para niños titulada Casiopea. Le llamó la atención la letra, pues trata sobre cómo las personas pueden “hallar su norte” guiadas por la Estrella Polar, aunque para ubicarla primero han de hallar la constelación Casiopea. En ese momento pensó que Casiopea era como la familia o como esa persona que, aunque no nos muestra directamente el camino a seguir, sí nos ofrece su guía y su apoyo en este viaje llamado vida.

ⓒYONHAP News

Rostros del cine coreano: Ahn Sung Ki

No es frecuente ver casos de actores que tras debutar de niños desarrollan satisfactoriamente una carrera en el cine, ni en Corea ni en otras partes del mundo. En el cine coreano, el ejemplo más claro de una exitosa evolución de actor infantil a adulto es Ahn Sung Ki, la personalidad más representativa de la pantalla grande de este país. 

Ahn Sung Kin debutó en el cine en 1957 con apenas cinco años. Desde entonces forjó una carrera intensa, realmente prolífica, tanto durante su época de actor infantil, en la que resultó multipremiado. Llegó a la cúspide de su carrera en los años ochenta con varios éxitos taquilleros, como La flor del Ecuador de 1982, Caza de ballenas de 1984, Noche profunda y Azul de 1985, y Nuestros felices días de juventud de 1987. 

En la década de 1990, Ahn Sung Ki siguió siendo el actor más popular entre el público y también el más solicitado por los directores. De las obras que este actor rodó en los noventa, destacan la Cordillera Taebaek, una obra del cineasta Im Kwon Taek estrenada en 1994 sobre la lucha ideológica durante la Guerra de Corea, Dos policías, una cinta que revolucionó el estilo de comedia en la industria cinematográfica nacional.

Ya entrando en la década de 2000, Ahn Sung Ki continuó su carrera con relativamente menos trabajo que antes, aunque mantuvo su buen ojo para discernir obras de calidad como por ejemplo Silmido, un estreno de 2003 que se convirtió en la primera película surcoreana en atraer a más de diez millones de espectadores. También merece mención especial la película Estrella, de radio del director Lee Joon Ik, con la que una vez más Ahn Sung Ki despuntó como actor taquillero.