ⓒ YONHAP News, Statistics Korea

La Oficina Nacional de Estadística presentó esta semana un análisis de los ingresos laborales y el consumo de los ciudadanos a lo largo de las distintas etapas de la vida: un dato que permite conocer los flujos de recursos económicos entre los distintos grupos de edad de la población nacional, y sirve como referente a la hora de diseñar medidas preventivas de cara a futuras cargas financieras, tanto del Gobierno como de los hogares, derivadas de cambios demográficos. 

Según dicho análisis, los surcoreanos comienzan a tener más ingresos que gastos en promedio a partir de los 27 años y alcanzan su mejor nivel económico a la edad de 42. En cambio, a partir de los 61 años ese balance se vuelve deficitario y generan más gastos que ingresos. Esto implica que, a lo largo de su vida, el coreano promedio disfruta de superávit económico durante apenas 33 años. En otras palabras, debe vivir de las ganancias obtenidas en ese tiempo el resto de su vida.

Las estadísticas muestran que los surcoreanos gastan más de lo que ganan desde su nacimiento hasta los 26 años y registran el mayor déficit personal – con un diferencial de ingresos/gastos de 33,7 millones de wones- a los dieciséis años, edad considerada como la más activa de una persona por las intensas actividades académicas y al ser plena etapa de desarrollo físico. En esa etapa el consumo de una persona aumenta de forma explosiva, especialmente los gastos educativos, mientras aún no trabaja y apenas tiene ingresos. 

El momento del cambio llega a los 27, cuando los ingresos empiezan a superar los gastos y con 42, el coreano promedio logra su mayor renta per cápita. Así, nominalmente dicha edad es la mejor en términos económico, sin embargo también es la etapa en la que las responsabilidades se multiplican con obligaciones, tanto con los hijos como hacia los padres, y por tanto es una edad que requiere trabajar mucho. 

Posteriormente, el déficit vuelve a partir de los 61 años, pues con la jubilación disminuyen los ingresos laborales. Desde entonces empieza la llamada tercera edad, en la que además suelen aumentar los gastos médicos. 

Algo a destacar aquí es que mientras la edad en que los ingresos empiezan a superar a los gastos se mantiene sin cambios entre los 27 y los 28 años, el momento de balance deficitario se retrasa cada vez más. Por ejemplo, en 2010 la edad promedio a la que los ingresos laborales disminuían y eran superados por los gastos eran los 56 años. Sin embargo, una década después, en 2020, ese cambio se retrasó hasta la edad de 61. ¿Qué implica esto? Que los surcoreanos trabajan o se ven obligados a trabajar más años o a jubilarse más tarde por diversos factores, tales como el aumento del promedio de esperanza de vida o el envejecimiento de la población.